El pueblo brasileño está saliendo a las calles, descontento por las alzas y otros problemas que afectan el bolsillo de los más pobres. En la última movilización, mas de 200 mil personas marcharon por las calles en Río de Janeiro y otras miles en otras ciudad del país.

Ello mientras se desarrolla el Campeonato Copa Confederaciones con la visita de  selecciones de diversos continentes. Entre las protestas los indignados reclaman los gastos millonarios en infraestructura deportiva para el próximo Mundial del 2014.

Se presume que estas movilizaciones aumentarán en los próximos meses, con los consiguientes actos de violencia entre la policia y los manifestantes. Todos estos enfrentamientos ponen en jaque la realización del Mundial de Brasil 2014.

Si las autoridades que comanda la Presidenta Dilma Rousseff no entregan señales que indiquen una mejoría de la situación que viven los habitantes, especialmente de clase media y baja de ese país, se sumarán mas ciudades como Porto Alegre, Sao Paulo, Salvador, Recife y Fortaleza, que se han unido a estas protestas multitudinarias en contra de las politicas económicas del gobierno. Sombrío panorama para la próxima justa mundialista...